jueves, 16 de mayo de 2013

101 km de Ronda - Dejar de ser uno y ser UNO.



Hablar de los 101 de Ronda es hablar del "algo más", del más allá del mero hecho de correr.
Con los datos en la mano, son 101 km a completar en X horas, pero llega un momento en el que el cuerpo abandona su configuración original y también el plano terrenal, entregándose a ese "algo más".

Este año, ese otro paso, ha adquirido si cabe, más enjundia.

No voy a hablar de nombres, no es justo ni lógico, el único nombre que se puede escribir es EQUIPO, una entidad aparentemente sencilla de entender pero que puesta bajo las condiciones más extremas se convierte en una bestia complicada de amansar.

Ya llevamos unos cuántos meses, me atrevería a decir que tres años, alimentando a esta bestia.

Se nos ha denominado de muchas maneras "los divinos", "los de las ventanas"...falacias, somos un equipo basado en un grupo de compañeros sin talento y sin vacunar que disfrutan juntos poniéndose las pilas y que entienden la competición como un aspecto enriquecedor más de sus biografías.

Hasta Ronda bajamos cinco, pero somos más.

Llegar aquí ha costado, hemos dado más vueltas por la península que ni sabemos ya: Cross en Toledo y en Lérida, Pentatlones en Zaragoza, Patrullas en León...y este año tirábamos hasta Ronda, para dar de comer al monstruo y seguir apuntando muescas en la pistola.

Ronda es la lotería nacional hecha camino, son muchas horas ahí afuera, con la solana o con la fresca, castigando el cuerpo y perdiendo años de edad, pero haciendo más y más grande al EQUIPO.

Y qué, pues que en el 80 nos dio la calambrera padre y el EQUIPO de desmembró, pero haciendo válido el  lema que nos echa a la calle todos los días, CAMINA O REVIENTA.

Ahora nos señalarán con el dedo por no terminarlo, nosotros los señalaremos a ellos por no echarle valor a nada y no entender la mejora continúa como una máxima de la vida y del deporte.

Y los señalaremos con el dedo, porque el equipo llegó hasta el final de los 101km de Ronda, alimentados de  todo lo que hemos ido guardando todos estos años y corriendo con furia para vencer a los 101.
Es triste tener que dar explicaciones a quienes dentro de unos días te pedirán cuentas de por qué no hemos terminado la carrera todos juntos, peligrosa arma es esa del desconocimiento, muy peligrosa.

La "rasmia" y la "pitera", esas virtudes del Aragonés y de los adoptados, hicieron frente a la carrera, doblegándose a nuestros pies en trece horas y media.

No creo que haya mejores compañeros de viaje para embarcarse en todas estas aventuras.

Ronda ha sido el punto y seguido.

Seguimos caminando o reventando, perdiendo nuestra identidad, formando un monstruo de muchos corazones llamado EQUIPO.




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