El motivo de este madrugón es recordar a Miguel Sarasa, corredor y amigo, amigo y corredor, pero a quién no he tenido el gusto de conocer, aunque por lo que me han contado esta mañana, era una estupenda persona, si mueves a tus amigos un domingo por la mañana para gastar zapatilla será porque has sido grande.
Y para allá que nos fuimos, a disfrutar del mes de mayo corriendo, haciendo turismo por los alrededores a unos cuántos kilómetros por hora, una manera sana de divertirse.
La "marcha" digamos que se ha divido en dos partes, una primera parada en Loreto, en dónde los más veteranos, espejo de los que empezamos, han tirado para Huesca, y otra segunda parada en Huerríos, dónde la mayor parte del grupo ha vuelto a la ciudad, nos hemos quedado un grupillo, alargando unos kilómetros más el recuerdo, tirando hasta Chimillas.
Estaba el campo precioso verde verde, la espiga reventona, junto al aire que soplaba, parecía llevarte a un mar de secano; al fondo el Guara y las primeras estribaciones de la Sierra Guara, el marco perfecto para pasar una mañana de domingo.
En total, sin darnos casi cuenta nos hemos "ventilado" 21km y algo más (según Google Earth), pero bueno, bien trabajados, rodeados de gente sana, gente buena, que comparten esta manera de entender la vida y el tiempo, alejados de otras costumbres más nocivas para la mente y para el cuerpo.
Pues ea, esperemos que por ahí arriba no haya soplado mucho viento y que Miguel pueda haberse calzado también las zapatillas.
Termina aquí una semana "normal" en lo que a entrenamientos se refiere, señalados en rojo el día de ayer, con el Trofeo de Natación Máster, y hoy, con el recuerdo en zapatillas a Miguel Sarasa.
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