domingo, 24 de octubre de 2010

II MEDIA MARATÓN DE HUESCA - OBJETIVO CUMPLIDO

Es domingo día 24 ha pasado una semana exacta desde la media maratón de Huesca, ya me encuentro recuperado físicamente y mentalmente, es ahora, más tranquilo y en frío, cuando puedo escribir sobre lo conseguido el domingo pasado.


Sois muchos los que no entendéis que se gana echándote al asfalto para correr unos kilómetros, en este caso 21, media maratón; bueno, reconozco que llega un punto en el que esta práctica es sólo apta para enfermos.


Corría en casa, el trazado era conocido, no por ello menos duro, tres vueltas a un circuito urbano por el centro de Huesca; una mañana fría, estupenda para correr, el objetivo esta vez era atacar 1h 25´, bajar 3 minutos de la media de Barbastro, disputada el pasado 25 de septiembre; si rozo esa marca habré logrado algo muy muy grande.

No tengo cuerpo de corredor de fondo, tengo que mover más de 85kg (frente a los 60 que mueve un corredor de estas distancias), y correr en busca de 1h 25´ me puede traer consecuencias nocivas para la salud.

ASÍ COMENZÓ TODO
A las 10.00h, pistoletazo de salida, ¡ya!
Tardo poco en meter las narices en los primeros grupos, sólo en esas coordenadas podía plantearme acabar en 1h 25´; una vez enganchado, sólo quedaba aguantar y que el cuerpo respondiera.
No quito ojo del pulsómetro, controlando que no sobrepase las 195 ppm, más allá sería peligroso; aparecen rachas fuertes de viento en las calles más abiertas, y una vez más, me salvan de este contratiempo mis Spiuk, una de las mejores inversiones que he hecho en material deportivo.

Pasa el tiempo y los kilómetros, todo va saliendo bien, muy bien; piernas bien, pulmones bien y cabeza bien.
Me convierto en la sombra de Manuel Cano Lacostena, sin su ayuda, es probable que nada de lo que estás leyendo aquí hubiera sucedido, pues de haber corrido sólo es fácil que me hubiera derrumbado.
El crono sigue corriendo en busca de 1h 25´, las sensaciones son magníficas, cada zancada es un metro menos hacia ese objetivo tan utópico, pero que con el paso del tiempo va tomando forma.

NUBARRONES
Pero bueno, en algún momento tenían que aparecer los problemas; calles largas, giros muy bruscos después de los repechos, todo se va alojando en la cabeza, que te manda mensajes en forma de “aún no has terminado, te queda pasar por esta calle, por esta, girar ahí, allá…”
Y para hacer frente a estos contratiempos, tiramos de los buenos momentos y de los buenos recuerdos que nos hacen la vida más fácil, personas y situaciones que acuden en tu ayuda cuando las necesitas, las llamas sin avisar, un domingo de octubre, a 195ppm.

Acuden sin pensárselo dos veces, tiras del puente del 12 de Octubre que has pasado en Valladolid, de los grandes momentos que se dan en el curso de socorrismo, incluso de recuerdos que se pierden en el calendario, pero que te dan ese punto extra de energía que tanto necesitas en ese momento, los recuerdos de lo vivido (y de con quién lo compartiste) en Gijón siguen frescos y eso que fue en junio.

El azar quiere que durante la carrera te topes con caras que igualmente te llevan en volandas hacia el objetivo; aparece corriendo “al revés” Jorge Broto, también veo a Rafa Laliena, a Orodea; así poco a poco los problemas se hacen menos problemas.

ÚLTIMA VUELTA
Queda poco para terminar, la sensación de vacío en mi cuerpo se traduce en principios de náusea, un mal sabor de boca me indica que estoy forzando la máquina más de lo normal (cuando me pasa esto me sabe la boca  a tabaco mascado…puaaagh); apuntalada la cabeza, empiezan  a aparecer problemas físicos, ¡marchando una carguita en los gemelos!


Cabeza bien, pulmones bien, piernas mal, temblando; el crono acompaña, no sólo puedo entrar en 1h 25´, sino que puedo tirar hacia 1h 20´…increíble, esto es correr a 3´50´´ el kilómetro, una verdadera burrada.

Los últimos kilómetros son verdaderamente una agonía, me agarro a un clavo ardiendo para llegar como sea, corro de manera cómica para así evitar los pinchazos y los calambres en los gemelos, quedan menos de 2km, pero están haciéndose casi mortales.

No pienso en nada, sólo en terminar, pongo la mente en blanco y me vacío completamente, alargo la zancada, tiro de brazos, lo que sea, todo vale.



Meta.
Final.
Reloj: 1h 21´, números.
Puesto 28 de 508, números.

Sí, es una marca acojonante, pero son nada más que números, cifras, tiempos.
Me quedo con la otra lectura, la de la ambición, plantearse un reto y luchar por él, esto es lo verdaderamente importante; saber que si se quiere se puede.

Todos hemos ganado este medio maratón, hemos superado un reto, cada uno el que se haya propuesto, a mayor o menor escala.

A día de hoy, sigo bloqueado, es curioso como una situación tan positiva como esta, me provoque tanto estrés.

¿Tienes un reto? ¿Vas a por él? Enhorabuena,  ya estás camino de ser el ganador o ganadora.


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