viernes, 17 de agosto de 2012

No sólo correr


Momento histórico para reseñar en mi curiosa biografía deportiva.

Otro día hablaré de lo que da de sí el Líbano para entrenar, hoy comentaré las peripecias de mi primera participación “como internacional” en una carrera.

Cerca de la base, en Eb el Saqui, con motivo de sus fiestas, se celebraba una carrera de 6km por el pueblo, con el permiso de la presidencia allí nos plantamos los de siempre, los treinta taladrados del contigente Español que no saben estarse quietos los domingos, entre ellos, muchas caras conocidas del camino de Loreto y de carreras varias por Zaragoza.

Mañana estupenda para correr (sarcasmo), eran las 9 y ya sudábamos como pollos, la humedad rondaba el 400% así a ojo, al menos ya puedo respirar, la primera semana aquí era vivir en una sauna las 24h del día.

A las 9 menos unos minutos se dio el manotazo de salida para la carrera, en la que desde el principio destacó el equipo Hindú, los que serían absolutos ganadores de la prueba.

La carrera discurría por los alrededores del pueblo, las cuestas eran impresionantes, el tramo llano no creo que superara el kilómetro, kilómetro y medio, los cinco y pico restantes eran o cuesta arriba o cuesta abajo.

Desde el principio me enganché a la cabeza de la carrera, formada por el grupo de los cinco hindúes, un compañero de caballería y yo; así fuimos hasta el km 4; aquí conseguí arrear cuesta abajo y colocarme primero de los Españoles, pero todo lo que baja ha de subir y antes del km 5, tracatrá, enganchada y pase al segundo lugar, sin pegas.
 
Los hindúes, ya ganadores, apuntaban ya la última cuesta antes de la meta, quemando zapatilla todos juntos, era una delicia verlos correr, menudo estilo, sin tantas zarandajas de gafas, ropa técnica y demás (para reflexionar); detrás de mí escuchaba el tintineo de las cadenas de mi compañero Andrés, el de Lora del Río; si alguien tenía que superarme era él, me hizo mucha ilusión la verdad, es un tío con una capacidad tremenda, nos “picamos” en la última cuesta, mi talón de Aquiles; terminé la prueba tercero de los Españoles, pero muy satisfecho.

Es estupendo competir y sufrir fuera de España, da mucha energía y rompes con la rutina; además sirve para seguir preparando la temporada que viene y no desengancharte de lo que estén haciendo por allí los de la Zoiti y los Corredores Oscenses; y para seguir desfogándonos con la enfermedad del dorsal tenemos un 10K el 16 de septiembre y una media maratón el 14 de octubre; obra y gracia de Luis Arias “Ministro” de exteriores de Corredores Oscenses , otro que tal baila, sin toser.

Un día para recordar y señalar en rojo.

Una gozada.

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