Momento histórico para reseñar en mi curiosa
biografía deportiva.
Otro día hablaré de lo que da de sí el Líbano para
entrenar, hoy comentaré las peripecias de mi primera participación “como
internacional” en una carrera.
Cerca de la base, en Eb el Saqui, con motivo de sus
fiestas, se celebraba una carrera de 6km por el pueblo, con el permiso de la
presidencia allí nos plantamos los de siempre, los treinta taladrados del
contigente Español que no saben estarse quietos los domingos, entre ellos,
muchas caras conocidas del camino de Loreto y de carreras varias por Zaragoza.
Mañana estupenda para correr (sarcasmo), eran las 9
y ya sudábamos como pollos, la humedad rondaba el 400% así a ojo, al menos ya
puedo respirar, la primera semana aquí era vivir en una sauna las 24h del día.
A las 9 menos unos minutos se dio el manotazo de
salida para la carrera, en la que desde el principio destacó el equipo Hindú,
los que serían absolutos ganadores de la prueba.
La carrera discurría por los alrededores del pueblo,
las cuestas eran impresionantes, el tramo llano no creo que superara el
kilómetro, kilómetro y medio, los cinco y pico restantes eran o cuesta arriba o
cuesta abajo.
Desde el principio me enganché a la cabeza de la
carrera, formada por el grupo de los cinco hindúes, un compañero de caballería
y yo; así fuimos hasta el km 4; aquí conseguí arrear cuesta abajo y colocarme
primero de los Españoles, pero todo lo que baja ha de subir y antes del km 5,
tracatrá, enganchada y pase al segundo lugar, sin pegas.
Los hindúes, ya ganadores, apuntaban ya la última
cuesta antes de la meta, quemando zapatilla todos juntos, era una delicia
verlos correr, menudo estilo, sin tantas zarandajas de gafas, ropa técnica y
demás (para reflexionar); detrás de mí escuchaba el tintineo de las cadenas de
mi compañero Andrés, el de Lora del Río; si alguien tenía que superarme era él,
me hizo mucha ilusión la verdad, es un tío con una capacidad tremenda, nos
“picamos” en la última cuesta, mi talón de Aquiles; terminé la prueba tercero
de los Españoles, pero muy satisfecho.
Es estupendo competir y sufrir fuera de España, da
mucha energía y rompes con la rutina; además sirve para seguir preparando la
temporada que viene y no desengancharte de lo que estén haciendo por allí los
de la Zoiti y los Corredores Oscenses; y para seguir desfogándonos con la
enfermedad del dorsal tenemos un 10K el 16 de septiembre y una media maratón el
14 de octubre; obra y gracia de Luis Arias “Ministro” de exteriores de
Corredores Oscenses , otro que tal baila, sin toser.
Un día para recordar y señalar en rojo.
Una gozada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario